Grandes soñadores

Es más fácil navegar en aguas conocidas, pero nuestra historia comenzó hace más de 30 años atrás, cuando nuestro equipo supo reconocer el potencial de Mendoza y de Los Andes, mucho antes de que el potencial enológico de Argentina fuera conocido. Con la visión y convicción de crear vinos finos de clase mundial, comenzamos a explorar los terrenos inexplorados de Los Andes en búsqueda de una expresión varietal refinada que sólo puede alcanzarse en Mendoza en las terrazas de clima fresco y, por consiguiente, de gran altitud. Fue allí, donde el cielo y la tierra se encuentran, que nace Terrazas de los Andes.

Con el paso de los años, nuestro equipo continuó descubriendo y explorando la majestuosidad de la montaña y los efectos de la altitud en la vitivinicultura, entendiendo que, a mayor altitud las condiciones de clima y suelo se expresaban en uvas más frescas, de un color más brillante producto de una mayor exposición solar, de taninos más sedosos y balanceados, que brindaban una elegancia y fineza distintiva a los vinos. Tal como un andinista que busca hacer cumbre en lo más alto de la Cordillera, nuestro equipo inició un viaje en ascenso descubriendo y adquiriendo tierras que aportaran la frescura, fineza y elegancia necesaria para la elaboración de sus vinos.

En Terrazas de los Andes encaramos cambios urgentes y necesarios, actuando como Guardianes de la Montaña. Tomamos medidas significativas para proteger la magia de la cima de los Andes. Es por esto que hemos implementado prácticas vitinícolas sustentables y programas educativos comprometidos a crecer junto a la comunidad local. Preservamos el agua y los suelos de los Andes. Siendo líderes en técnicas de riego, ahorramos hasta un 60% de agua comparado con el riego tradicional. Utilizamos prácticas vitícolas innovadoras, para regenerar nuestros suelos y fomentar la biodiversidad. Para mitigar nuestro impacto ambiental, hemos desarrollado un plan integral, partiendo de la medición y reducción de nuestra huella de carbono, utilización de botellas livianas para crear un empaque ecológico y la utilización eficiente de la energía que usamos. Para crecer junto a la comunidad local, hemos desarrollado 7 programas educativos en escuelas de montaña que involucran a un promedio de 4000 estudiantes al año.